En su obra, Max Weber (Erfurt, 21 de abril de 1864-Munich, 14 de junio de 1920) analisa el ethos económico influenciado por los ideales religiosos
[...] los católicos participan también en menor proporción en las capas ilustradas del elemento trabajador de la moderna gran industria. Es un hecho conocido que la fábrica nutre las filas de sus trabajadores más preparados como elementos procedentes del pequeño taller, en el cual se forman profesionalmente, y del que se apartan una vez formados; pero esto se da en mucha mayor medida en el elemento protestante que en el católico, porque los católicos demuestran una inclinación mucho más fuerte a seguir en el oficio en el que suelen alcanzar el grado de maestros mientras que los protestantes se lanzan en un número mucho mayor a la fábrica, en la que escalan los puestos superiores del proletariado ilustrado y de la burocracia industrial.
Weber (1999:31)
La realidad es un lenguaje, y cada lenguaje crea una realidad, parece ser que antes de que los protestantes tradujeran la biblia, era común encontrar la palabra "trabajo" (Werk), la cual significa simplemente el trabajo cotidiano sin su connotación de cumplimiento de un deber moral que somos llamados a realizar. Esta connotación sí la tiene la palabra "Beruf", asociada etimológicamente a "Ruf" (llamada) y que se acerca a nuestro castellano "vocación", la cual fue utilizada por los protestantes en sus traducciones...
Un poco como para escuchar otra campana...
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